domingo, 25 de marzo de 2007

El usuario como devorador de Internet


El usuario como devorador de Internet


Si bien es cierto que brindar servicios a través de la red abre infinidad de posibilidades a las empresas, también es cierto que ese no es el único territorio fértil en la web. La inmediatez y accesibilidad del medio permiten que los reflectores se dirijan hacia alguien que había permanecido como espectador: el usuario. Ahora, ese personaje que actuaba como simple receptor de productos, servicios e información, tiene la posibilidad de convertirse en creador.

La relación interactiva que ofrece Internet despoja al navegante de la pasividad que los medios y los códigos sociales le habían conferido, se encuentra frente al monitor y, con un click, puede generar contenidos, necesidades e, incluso, marcar el ritmo a toda una comunidad.

En este contexto, Internet llegó no sólo a revolucionar la tecnología, sino también los roles sociales y la manera en que la sociedad interactuaba entre sí.

El poder en manos del usuario es infinito, es capaz de establecer su propio negocio en línea y generar todo un emporio desde su sofá favorito.

Quien se encuentra frente al monitor percibe Internet más que como un medio, como un fin, una herramienta que le permite saciar sus deseos de transmitir y trascender y que, hasta hace unas décadas, resultaba casi imposible para los “seres terrenales” que no tenían acceso a medios masivos de producción e información.

Aunque pareciera que en la red todos pueden habitar y coexistir, la realidad es que son pocos los que sobreviven al ritmo vertiginoso que maneja en sus entrañas. Al transformar la manera de producir también ocasionó una mutación en las necesidades del cibernauta, que ahora se alimenta de una manera voraz pero selectiva de lo que le proporciona el medio.

Si el usuario, ahora generador de contenidos, pretende trascender en la web, necesita crear productos creíbles, interactivos, que le den acceso total al cibernauta y que cuenten con un contenido lo suficientemente interesante como para hacer que, entre las miles de páginas que habitan Internet, el próximo click sea hacia su producto.

El individuo que cumple con esas características se convierte en un competidor más del mercado y detrás del monitor pone en peligro la sobrevivencia de medios análogos que no logran adaptarse a la nueva era y a las nuevas necesidades que genera.

La frase es contundente: el negocio está en Internet. Pero el término negocio no debe limitarse al mundo empresarial, ahora, el negocio está abierto para aquéllos usuarios que están dispuestos a arriesgarse y entrar al ciclón tecnológico que implica la red, con la firme convicción de devorar el medio y no al revés.

2 comentarios:

JAVIER dijo...

Lilly, ya cambió tu página y se ve bastante bien, lo que más me sorprende es que metiste un buen de tareas, tendré que ponerme al corriente. Por cierto, ¿cuál es la que dejó el sábado 24 para entregar el sábado 31, es el día que no pude ir a clase.

Saludos

JAVIER dijo...

Lilly, ya cambió tu página y se ve bien, pero lo que más me sorprendió es que tienes un buen de tareas. Me puedes decir ¿cuál es la que dejó el sábado 24 para entregar el 31?, Es el día qu eno pude ir.
las primeras que entregamos impresas al principio del cuatrimestre supongo que también hay que subirlas.

Salu2 y excelente puente vacacional.